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viernes, 11 de mayo de 2012

Cuento Celta – Las hadas del bosque


En este bosque oscuro y asustadizo moran elfos, gremlins y hadas. Esos que pasean sin rumbo por el reino de las hadas que cazan con trampa encuentre que los minutos se vuelven años cuando lo escuchen las orejas mortales de un hada.
Cuando los humanos en un sueño fatal, escuchan sus melodías en el mundo de las hadas encerrados será durante siete años. Así que, precaución, amigo cuando camines y cantes cerca de un anillo de hadas. Ten cuidado con la comida o los besos de un hada, porque si no tu vida como mortal…… se perderá.
Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tememos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde; y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho. Allá en la costa rocosa, algunos tienen su hogar. Viven en la blanca espuma de las fieras olas del mar.
Otros moran en las cañas del negro lago del monte, con ranas que velan  despiertas por toda la noche. En lo más alto del monte, se sienta su viejo rey tan anciano y canoso que casi el seso perdió.
Por puente de blanca bruma, cruza vacilante el valle en sus reales viajes, y a veces sube a cenar, entre infinitas estrellas que iluminan su camino, con la poderosa reina de las luces boreales.
A Bridget, la bella niña, las malas brujas raptaron. Siete años la tuvieron, y cuando a casa volvió; a nadie en ella encontró. Vinieron los duendecillos y en volandas la llevaron entre la noche y el alba. Creyéronla dormidita, pero muerta, muerta estaba, de pena y dolor profundo.
Los  duendecillos piadosos, desde entonces la guardaron en las aguas más profundas del negro y oculto lago. De hojas de blancos lirios, un blando lecho le hicieron para mitigar la espera de un futuro despertar.
Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tenemos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho…

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